La cultura popular suele representar a los vikingos como guerreros feroces, de cabellos rubios y ojos azules, que navegaban por el mar saqueando pueblos costeros.

Pero nuevos estudios científicos han desacreditado este mito moderno de que eran «de pura raza».

Un grupo internacional de genetistas evolutivos logró examinar la ascendencia genética de estos famosos guerreros germánicos, y llegó a conclusiones sorprendentes sobre su diversidad étnica.

«Todo comenzó cuando logramos secuenciar el primer genoma humano antiguo», le contó a BBC Reel el genetista evolutivo danés Eske Willerslev, profesor de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, y de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca.

«Eso nos dio una enorme cantidad de información sobre individuos que podemos usar para inferir el pasado del ser humano», señaló.

«Después de que vimos que eso era posible, decidimos salir a explorar el pasado humano en todo el mundo, (a ver) cómo nos convertimos en quienes somos hoy», dijo.

Durante un plazo de seis años, los investigadores analizaron restos humanos hallados en más de 80 sitios arqueológicos, incluyendo tumbas vikingas.

Para entender el pasado a través del ADN antiguo, el equipo secuenció los genomas de 442 hombres, mujeres, niños y bebés de la era vikinga.

La doctora Hannah Cobb de la Universidad de Manchester sostiene un diente de vikingo durante la presentación de artefactos descubiertos en el primer cementerio de barcos vikingos completamente intacto, el 18 de octubre de 2011, en Edimburgo, Escocia.

Uno de los expertos que trabajó en el proyecto, Martin Sikora, de la Universidad de Copenhague, remarcó que los restos en los que el ADN estaba mejor preservado era en dientes y en un hueso llamado el petroso o peñasco, que forma parte de los huesos de la oreja y es particularmente duro.

Extrayendo el material genético de estas fuentes, los expertos pudieron comparar el ADN de estos pueblos con las secuencias de ADN de más 1.000 individuos de la antigüedad y unos 4.000 seres humanos modernos.

Este estudio, el mayor análisis genético de restos vikingos, mostró que sus genes provenían del sur de Europa y Asia.

«El típico vikingo es retratado como un escandinavo grande, fuerte y rubio. Pero lo cierto es que ser rubio era mucho menos común en Escandinavia en la era vikinga que ahora», explica Willerslev.

«El período vikingo se caracteriza por un enorme interés en los vikingos escandinavos por parte del resto del mundo, pero un interés muy limitado por lo que realmente está ocurriendo en Escandinavia», señala el experto.

Las rutas comerciales de los vikingos se extendían desde Canadá hasta Afganistán, por lo que este pueblo era, en realidad, mucho más diverso de lo que se creía.

Esta entremezcla con personas del sur y el este diversificó su composición genética, llevando a una variedad de apariencias físicas.

La gente del pueblo de Catoira, en Galicia, noroeste de España, el 05 de agosto de 2007 simula el asalto de guerreros escandinavos, con atuendo vikingo con una réplica de un barco vikingo en la costa de Galicia hace 1000 años.

FUENTE DE LA IMAGEN,AFP

Pie de foto,Los vikingos eran un pueblo diverso.

«No puede decirse verdaderamente que hubo un grupo genéticamente homogéneo que era muy escandinavo y se veía igual en todas partes», afirma Sikora.

«En realidad había mucha diversidad«, asegura.

El estudio también permitió determinar que hubo distintos grupos vikingos que fueron a diferentes partes del mundo.

«Los daneses fueron principalmente a Inglaterra, los noruegos fueron a Irlanda, Islandia y Groenlandia, y los suecos fueron al Báltico», explica Willerslev.

La investigación también sugiere que la identidad vikinga no estaba relacionada con el trasfondo genético o la etnicidad, sino que era una identidad social.

«El fenómeno vikingo no es algo escandinavo, en el sentido de que no es la etnicidad lo que determina si eres vikingo o no, es un estilo de vida«, afirma el científico que lideró el proyecto.

De hecho, los investigadores hallaron a vikingos que «no tenían genes escandinavos».

Eske Willerslev

FUENTE DE LA IMAGEN,AFP

Pie de foto,El reconocido genetista evolutivo danés Eske Willerslev lideró el proyecto.

«Gracias a este trabajo estamos cambiando la historia, y al cambiar la historia también estamos cambiando nuestra identidad«, reflexiona Willerslev.

El científico lo considera algo positivo.

«Al menos ahora el debate sobre identidad, que es un debate político, está basado en la ciencia real».

  • Redacción
  • BBC News Mundo

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