Cómo cultivar y cuidar los jardines de rosas.

Hay muchos tipos diferentes de rosas y la clave del éxito comienza por elegir el rosal adecuado para su finalidad. Algunos rosales, como las variedades modernas de “tés híbridos” necesitan un clima moderado, más atención y protección extra para sobrevivir al invierno; las rosas clásicas de las florerías pertenecen a esta categoría. Los rosales resistentes tipo arbustos pueden resistir mejor las temperaturas bajas y requieren menos atención y protección. Desde los delicados capullos hasta las flores voluptuosas, son tan bellos como otros tipos y también suelen tener escaramujos muy atractivos en el otoño.

Por otra parte, los rosales difieren significativamente en la fragancia y el hábito de crecimiento, desde las variedades clásicas aromáticas hasta los tipos sin fragancia, y desde los altos rosales “trepadores” hasta las variedades en miniatura. Muchas variedades tienen gran resistencia a las plagas de insectos y las enfermedades. Si considera todos estos factores, podrá elegir rosales que logren materializar sus sueños, pruebe diferente tipos y anote sus secretos en un diario de jardinería

, así podrá comparar el progreso a medida que crecen los rosales.

Los rosales ofrecen amplias opciones en cuanto al lugar para sembrarlos, dedíqueles un lugar especial propio y comience su minijardín de rosas, o combínelos con otras plantas del jardín. Los rosales son un elemento extra excelente para complementar los jardines de plantas comestibles en los que los vegetales y otros cultivos comestibles se pueden combinar con las plantas ornamentales. Además de aportar flores y el colorido follaje otoñal, muchas variedades de rosas tienen un aspecto comestible también, como el uso de los pétalos de rosa en varios tipos de helado o de té, por solo mencionar un par de ejemplos. Por otra parte, usted puede cultivar rosas en macetas decorativas y luego utilizarlas para causar un gran impacto cuando reciba invitados.

Lo mismo en macetas que en el suelo, los rosales necesitan abundante luz solar y aire fresco para lograr hojas saludables y brillantes, y numerosas flores. Elija un lugar que reciba de seis a ocho horas de sol, o más, cada día. Si usted vive en un lugar donde los rayos solares son intensos, elija un sitio que ofrezca cierta protección en las tardes calurosas. Separe sus rosales para que tengan espacio suficiente para respirar, especialmente en los climas cálidos y húmedos, la buena circulación de aire ayuda a que las rosas permanezcan saludables y libres de enfermedades.

Los jardines de rosas se siembran en la tierra a fines de primavera, después de las heladas y antes del calor del verano. El comienzo del otoño antes de que el invierno arrecie también es un buen momento para la siembra. Si es posible, prepare el suelo con anterioridad ya que los rosales se dan mejor en una tierra con un pH de ligeramente ácido a casi neutral. Es dentro de este rango que los nutrientes del suelo —y los nutrientes adicionales que aportan los fertilizantes— permanecen disponibles y al alcance fácil por parte de las plantas. La mayoría de las plantas y hierbas del césped prefieren también este mismo rango.

Para conocer mejor el suelo y la manera de lograr mejores rosas, puede realizar una prueba simple del suelo. El agente local de extensión de su condado puede brindarle consejos y los kits para realizar dichas pruebas. Cuando el pH del suelo no está dentro del rango óptimo, los resultados de las pruebas le recomendarán los ajustes del suelo que pueden ayudarle.

El suelo rico y fértil con un alto contenido de materia orgánica brinda un lugar perfecto para lograr raíces saludables y vigorosas. Mejore su suelo con una capa de 3 a 4 pulgadas (7,62 cm a 10,16 cm) de materia orgánica como el abono orgánico y el abono de lombrices de tierra. Posteriormente, agregue un fertilizante multiuso completo y balanceado, es decir, un fertilizante con los tres valores de N-P-K iguales en la etiqueta. Añada esto al suelo y ya está listo para cultivar rosales.

Las flores grandes y elegantes —y las rosas simples de cinco pétalos— son más abundantes cuando se garantiza una buena nutrición de los rosales ya que al darles una buena base de materia orgánica al inicio, esto ayuda a aprovechar al máximo el suelo pero las plantas se benefician también de otros nutrientes adicionales a medida que crecen. Nutra sus plantas regularmente durante la temporada de cultivo con un fertilizante que brinde la mezcla especial de nutrientes que sean favorables para los rosales.

Busque fertilizantes formulados especialmente para rosales. En este tipo de fertilizantes, el valor medio de N-P-K en la etiqueta será un número mayor que los otros dos porque en dicho número, la P representa al fósforo que es un nutriente esencial para las plantas y que promueve el buen crecimiento de las raíces y numerosas flores de mayor tamaño. Al nutrir sus rosas con un equilibrio de nutrientes adecuado, usted contribuye a lograr tallos fuertes, hojas brillantes y flores bellas.

La hidratación adecuada es esencial para lograr flores frescas con pétalos gruesos y carnosos, y tallos fuertes; pero el riego de los rosales no es nada complicado. Riegue sus rosales de manera amplia y profunda para que las raíces crezcan fuertes y profundas a fin de poder tolerar las temperaturas altas e incluso la sequía. Riegue con la frecuencia suficiente para que el suelo se mantenga ligeramente húmedo pero sin estar jamás demasiado mojado. Las raíces de los rosales necesitan tanto aire como las hojas de los rosales, por lo que una capa de mantillo orgánico alrededor de las plantas ayuda a mantener la humedad del suelo e impide que la tierra sea salpicada sobre las flores.

Riegue sus rosales en horas tempranas y a nivel de suelo para que las hojas y los tallos permanezcan secos. Muchas de las enfermedades de los rosales dependen de las gotas de agua para su propagación. Por lo tanto, si riega temprano, el sol y el viento garantizarán que las hojas se sequen rápidamente. Si apareciera alguna enfermedad causada por hongos como la mancha negra, acuda a un remedio con resultados demostrados como el fungicida Daconil para detener, controlar y evitar la propagación de la enfermedad.

Las personas no son las únicas que se sienten atraídas hacia las rosas, las plagas de insectos también y pueden aparecer inesperadamente, aún en los jardines cultivados por expertos. Ante el ataque de las plagas comunes de los rosales, acuda a una marca confiable como los insecticidas para jardines Sevin® para controlar las plagas y evitar daños a las flores y las hojas de sus rosales. El insecticida listo para usar Sevin®, disponible también como un líquido concentrado y otro listo para rociar, elimina y controla más de 500 plagas de insectos que afectan a las plantas ornamentales y comestibles. Su efecto es severo en los áfidos y los escarabajos pero sin afectar las plantas del jardín, y continúa protegiendo sus rosales y otras plantas hasta por tres meses.

Cuando use pesticidas en el jardín, tenga presente a las abejas, aves y mariposas, evite rociar las flores abiertas para proteger a estos visitantes polinizadores, ya que su divertida actividad en el jardín puede conllevar a una mayor muestra de escaramujos en el otoño y una cosecha superior de las demás frutas y vegetales del jardín.

Una parte agradable del cultivo de rosas es tener la posibilidad de embellecer el espacio interior con flores recién cortadas, ya sea un búcaro para una simple flor, un ramillete ondulado o un puñado de pétalos sueltos flotando en un cuenco poco profundo; las rosas siempre aportan el romanticismo de los jardines a los espacios interiores. Planifique la cosecha de sus flores para las horas matutinas, después que se haya secado el rocío — pero antes de las horas cálidas del mediodía— cuando las rosas estén bien hidratas y en pleno esplendor.

Use un cuchillo limpio y afilado o tijeras de podar afiladas y corte siempre los tallos en ángulo, justo por encima de un grupo de hojas. Coloque las rosas en una cubeta con agua tibia para que no se resequen los extremos cortados. Una vez adentro de la casa, rellene los búcaros o floreros con agua enriquecida con una solución para preservar flores. Use una solución preservante comercial o cree una propia con estos sencillos ingredientes:¹

• 2 cucharadas de zumo de lima o limón fresco
• 1 cucharada de azúcar
• 1/2 cucharada de lejía para uso doméstico
• 1 cuarto de galón de agua

Mezcle bien estos ingredientes y ya estará listo para prolongar la vida de sus ramos de flores. Para que duren aún más, cambie la mezcla y recorte un poco los tallos a los pocos días.

Si sigue estos simples consejos para el cultivo de rosas, podrá disfrutar de un bello jardín de flores tanto adentro como afuera de la casa, y conocer así la satisfacción que se logra al cultivar sus propias rosas. Y hasta puede aprender a cultivar rosas nuevas a partir de esquejes usted mismo. La marca GardenTech está a su disposición para ayudarle a tener una experiencia positiva y divertida en sus tareas de jardinería con productos confiables y consejos sobre jardinería.

Daconil es una marca registrada de GB Biosciences Corp.

Sevin es una marca registrada de Tessenderlo Kerley, Inc.

GardenTech es una marca registrada de Gulfstream Home and Garden, Inc.

POR JOLENE HANSEN

Fuente:

1. Han, S.S., “Sugar and Acidity in Preservative Solutions for Field-Grown Cut Flowers»(El azúcar y la acidez en las soluciones para preservar los ramos de flores cultivadas en el campo), Universidad de Massachusetts en Amherst.