En nuestro país cada año, celebramos el “Día de la Madre”,  fecha que tiene su origen  en la gesta de la Independencia del Paraguay, iniciada un  14 de mayo  y finalizada en la madrugada del 15 de mayo de 1811, con la rendición del Gobernador español Bernardo de Velazco y como un homenaje a la patria independiente a quien consideramos la Madre Patria se establece el 15 de Mayo como el Día de la Madre en Paraguay.

La celebración de este día tiene como objetivo homenajear y honrar a cualquier figura materna que esté o haya estado en nuestra vida, desde la “Madre Patria” hasta nuestras madres, abuelas, hermanas, hijas, tías, primas, sobrinas amigas, o mujeres madres con un papel importante para nosotros.

Sin embargo, en otros países esta fecha también es utilizada por las madres, para realizar reclamos referentes a las condiciones laborales, sanitarias, de seguridad social etc. o para pedir justicia sobre hechos en cuales ellas o sus hijos, hayan resultado víctimas.

El Día de la Madre es una festividad que se celebra a nivel internacional en honor a las madres en gran parte del mundo, en diferentes fechas del año según el país.

Atribuyen el origen de esta celebración a eventos que se realizaban en la antigua Grecia, en los cuales se rendía homenaje a la Diosa Rea, reconocida por ser la madre de 3 de los dioses principales, Zeus, el dios del trueno; Poseidón, el dios de los mares y Hadesel, dios del inframundo; como en la antigua Roma donde se homenajeaba a Cibeles, considerada la diosa de la madre tierra y la vida salvaje como también símbolo de la fertilidad, el cristianismo adopto en  parte estas celebraciones de la maternidad en honor a la Virgen María, quien es la madre de Jesús y considerada madre espiritual y ejemplo para los cristianos.

El origen del festejo del día de la madre se remonta a mayo de 1905 cuando la estadounidense Anna Jarvis, quien es reconocida como la fundadora de esta festividad, quiso rendirle un homenaje a su madre Ann Reeves Jarvis quien anhelaba establecer en todo el país, un día para conmemorar a las madres por  el esfuerzo de las madres trabajadoras intentando en todos los casos mejorar con sus acciones las condiciones de salud y de sanidad en el trabajo de las féminas, tomando como antecedente las tareas  por ella desarrolladas durante la guerra de secesión, en la que había encabezado esfuerzos de grupos de mujeres que actuaban como enfermeras en el frente de batalla de ambos lados de las trincheras.

Ann Reeve Jarvis falleció sin poder concretar su deseo de establecer un Día para celebrar a las madres. Luego de su fallecimiento, el 9 de mayo de 1905, su hija se decidió a hacerlo, iniciando una campaña no solo por su mamá, sino por todas las mamás.

En 1914, el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, firmó un proyecto de ley para reconocer el Día de la Madre de Jarvis como fiesta nacional. Hacia 1920, Ana Maria Jarvis se percató de la comercialización generalizada de la idea de su madre y de las motivaciones que fueron dándose para la conmemoración, manifestó su desacuerdo realizando campañas en contra de las celebraciones comerciales del día de la madre, llegando a emplear su herencia para el efecto. Ana María Jarvis dedicó su vida a la causa, nunca se casó, ni llegó a tener descendencia.

Así fue gestado el día internacional de la madre que después fue reprisado en otros países que lo adoptaron hasta tenerse la celebración conocida en la actualidad. Pero aunque en muchos países de América Latina se celebre este día en mayo, la ONU ha proclamado el 1 de junio como el Día Mundial de las Madres y los Padres.

La celebración del Día de la Madre debería constituirse en un motivo para rendir homenaje a nuestras Madres, Abuelas, Hermanas, Tías, Primas, Sobrinas, Cuñadas, Amigas, Compañeras, Vecinas, Conocidas etc., es decir a todas y cada una de las mujeres paraguayas a quienes debemos nuestra existencia, que día a día se esfuerzan para proporcionarnos salud, alimentos, vestimenta, educación y esparcimiento.

Mujeres que desde el momento de la concepción cambian su estilo de vida centrada en ellas, por otro en el que la atención, acompañamiento y dedicación se centra en el hijo. Es el momento, en el que la mujer deja la vida de egoísmo y pasa a una vida llena de amor y generosidad.

Este año, la pandemia que desató el coronavirus hizo que no se las pueda saludar como se hacía habitualmente, debiendo buscarse alternativas para realizarlo. Como debemos quedarnos en casa, nos toca pasar más tiempo en casa compartiendo con nuestras madres, demostrémosles todos los días, cuanto las queremos y digámosles lo importantes que son para nosotros, reflexionemos sobre el trato y la atención diaria que le estamos brindando; cuestionémonos sobre: ¿cuánto la conocemos?, ¿qué realmente es importante para ellas?, ¿cuáles son sus gustos?, ¿qué sueños personales o laborales tienen?, ¿qué tiempo de calidad le proporcionamos?

Compartamos con familiares y amigos por las redes sociales, imágenes, anécdotas, gustos, enseñanzas, buscando mantenerlas vivas en nuestras memorias y corazones.

El mejor regalo que puede tener una madre consiste en poder ver a sus hijos sanos, felices y realizados, pasar tiempo de calidad en compañía de sus hijos, acompañándolos para superar desaciertos o sobrellevar fracasos y disfrutar con ellos de sus logros.

Porque las madres no tienen repuestos y hay una una sola.

Todos los días del año deberían ser el día de la madre.

 

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