Max Verstappen no se va para nada contento de Bakú, aunque el error de Lewis Hamilton le mantenga como líder del Mundial. El de Países Bajos ha perdido una victoria que tenía fácil debido a un pinchazo a pocas vueltas del final.
Todo sucedió en la vuelta 47 del Gran Premio de Azerbaiyán, cuando quedaban sólo cinco giros. Unas pocas vueltas antes había tenido el accidente Lance Stroll, que acumulaba cerca de una treintena de vueltas en esos neumáticos duros. Casi los mismos que tenía Verstappen en los suyos, cuando el neumático trasero izquierdo, el mismo que el que cedió de Stroll, dijo basta.
A 330 kilómetros/hora, el de Países Bajos se fue directo al muro y sumó su primer abandono del año. Max se ha mostrado muy crítico con Pirelli al término de la carrera en Bakú:
«Estoy fastidiado. Era una carrera muy fácil. Controlamos la velocidad, había que hacer un largo tramo con esos neumáticos. He intentado adivinar qué ha pasado», ha señalado a los micrófonos de la televisión de Países Bajos Ziggo Sport.
Tal y como le ha sucedido a Stroll, Max no ha tenido ningún aviso previo del neumatico: «Iba muy cómodo. No tenía vibraciones ni nada. Ha sido muy raro todo. Íbamos por la línea de carrera. Es muy raro que sólo me haya pasado a mí», ha apuntado.
Sin embargo, la estrella de Red Bull cree que Pirelli no asumirá su error y echará balones fuera: «Dirán que han sido trozos de fibra. Igual que en Imola. Contra eso no puedes debatir. El hecho es que otra rueda ha reventado. No sólo yo, también Stroll. Hablaré con ellos, pero ya sé la respuesta. Es difícil de aceptar. Pero dirán que son piezas otra vez», ha indicado.
Max no ha sido el único en cargar contra el fabricante milanés. Jos Verstappen, en su cuenta de Twitter, ha dado su breve, pero concisa, opinión al respecto: «Menuda broma», ha respondido a un tuit en el que Pirelli señalaba «los ingredientes de la victoria»