En comunicación con medios de prensa, Joseca Talavera, uno de los propietarios del local en cuestión, confirmó que se había utilizado dicha imagen para una publicidad, pero que la publicación no estuvo mucho tiempo en las plataformas sociales. “Yo cuando vi la publicación al toque hice bajar para evitar todo esto”, explicó.
Talavera calificó de aprovechadora a Galván quien, sin embargo, no tuvo el mismo proceder contra otras personas que volvieron a utilizar su imagen para realizar memes y publicar en los diferentes espacios virtuales. “Vio una oportunidad para sacar algo, porque hace unos días había memes de ella y ella no le demandó a esa gente”, apuntó.
Por su parte, José Ibarra, abogado de los demandados, también sostuvo que la señora solo está queriendo sacar algún beneficio de la situación. “Alzaron y se olvidaron de borrarle la cara y con esa movida encontró a quien tirarle todos sus males”, indicó al tiempo de afirmar que la mujer exagera al decir que la imagen estuvo en las redes por semanas, “pero no estuvo ni 40 minutos, porque cuando los muchachos se dieron cuenta, bajaron y no volvieron a subir”, añadió.
En su demanda, la mujer sostiene que la viralización de la foto afectó enormemente a su vida y que, incluso, ya no puede trabajar. Señala que continúa teniendo muchos problemas psicológicos, razón por la cual aún sigue con tratamiento y está bajo medicación.
La imagen de la mujer sosteniendo sobre su cabeza una enorme hoja de yakaré yrupé fue captada en el 2018 en la laguna Santa Librada, cerca del Peñón, zona de Piquete Cué de la ciudad de Limpio. En aquel momento las aguas del río en esa zona estaban completamente invadidas por el yrupé, ofreciendo un maravilloso espectáculo que fue empañado por varios visitantes que destruyeron las hojas para llevárselas como recuerdo o para utilizarlas como remedio natural
“Se iba a descomponer todo ahí. Lo volvería a hacer, es por la salud de mi mamá”, afirmó en aquella oportunidad Teresa Dejesús Galván, quien llegó al lugar desde Isla Bogado, Luque, para conseguir la preciada hoja que tantos problemas le originaría posteriormente. En varias oportunidades lamentó que la sindicaran de ladrona, contando que, incluso, pensó lo peor ante tanta vergüenza.
La Nación