Sobrevive en las calles del centro de Ciudad del Este y es parte de ese contingente de mayorías excluidas a causa de políticas que cada día expulsan más personas a la calle. Tiene un compañero incondicional y, llegado el momento de guarecerse unos días de este frío invierno que en su caso soporta todo el año, puso una condición: que su acompañante de días interminables esté con él en el refugio, porque si no, prefería quedar en su rincón a seguir soportando el frío.
Se trata de don José y su perro Rubio, que también recibió cobijas en el albergue transitorio creado por la Dirección de Desarrollo Social de la comuna para que las personas en situación de calle puedan tener un lugar donde pasar la noche en estos días de muy bajas temperaturas.
El refugio fue montado inicialmente en la Escuela de Artes y Oficios y desde ayer funciona en el Polideportivo Municipal del barrio Pablo Rojas de Ciudad del Este. Don José y su incondicional “compañero” son una parte, apenas, de las historias que cada noche se concentran bajo ese tinglado deportivo.
La actividad se inició desde miércoles de la semana pasada hasta el viernes, para luego ser retomada anoche y continuará hasta el domingo, según la directora de Desarrollo Social, Sonia Barrios. En el lugar reciben elementos para un buen baño, ropas, un lugar abrigado para dormir, asistencia médica, merienda, cena, y al día siguiente un desayuno antes de ser llevados en un móvil asignado para esa tarea hasta el lugar que indiquen. Cada uno tiene su pequeño territorio en la calle.
Los primeros días fueron 13 personas albergadas por día, el lunes fueron 26, ayer 31 y la idea es llegar a tener condiciones para recibir a 40 o 50 personas en el lugar.
Barrios aclara que la tarea se inicia a las 16:30 aproximadamente con un recorrido por la ciudad para encontrar a la gente en la calle e invitar a que acepten resguardarse en el albergue temporal. “Tenemos muchos casos de personas que no aceptan ir al refugio y si no logramos convencerlas, les dejamos abrigos y alimentos”, explicó la funcionaria.
LaNacion
